Análisis político

Foto: "Segunda Intifada", levantamiento popular de la población palestina enfrentándose con piedras al poderoso ejército israelí.

12/10/2021

Democratización de la información.

El economista José Luis Espert criticó el cambio de concepción respecto a la valoración de la cultura de los pueblos originarios en argentina, rememorando la celebración del antiguo "Día de la Raza", a través de un twitter con rápida difusión en varios medios de comunicación.

"Los libertarios no son de izquierda ni de derecha" se repite como un mantra cuando se habla de este nuevo grupo político, nuevo pero con ideas viejas. Sin embargo, algunos militantes sostienen como principales referentes a los economistas Javier Milei y José Luis Espert. No es casualidad que ambos, así como muchos otros referentes libertarios, sean economistas, ya que se prioriza esa dimensión de la vida humana por sobre todas las demás. Este análisis se propone desmenuzar los distintos conceptos vertidos por Espert en torno a la conmemoración del Día de la Diversidad Cultural de este 12 de Octubre del 2021.

  • "Seres humanos normales": La idea de "normalidad" es un concepto fuertemente conservador que establece que "algunas cosas son así porque sí y no pueden modificarse". También se lo conoce como algo naturalizado. Los ejemplos más claros tienen que ver con la sexualidad, lo "normal", lo "natural", es que un hombre procree con una mujer, por lo que toda relación sexual debe basarse en esta premisa (matrimonio solo heterosexual para dos personas con la finalidad de tener hijos). Todo lo que se aleje de esta "normalidad" es visto como algo "raro" y, por ende, como algo "malo". La idea del cambio es un concepto fundamentalmente de izquierda (eso lo divide de la derecha), por lo que la lucha de los derechos para disidencias sexuales es algo característico de la izquierda, mientras que la derecha sostendrá los valores tradicionales de la familia heterosexual.
  • "Festejamos": La idea de celebración viene asociado a la victoria de una civilización por sobre otra. Esto viene a raíz de una idea antigua de las ciencias sociales, principalmente de la antropología, donde establecía la superioridad de unas culturas por sobre otras (nazismo, ¿te suena?). No es casualidad que los antropólogos evolucionistas más importantes de la primera época eran británicos (Herbert Spencer, Charles Darwin, Alfred Russel Wallace, etc.), es decir de la principal potencia colonizadora del mundo, y sus teorías sirvieron para justificar los procesos de colonización en todo el mundo, así como sus museos sirven para exponer "culturas exóticas", demostrando el poderío británico por sobre el mundo ("miren como les arrebatamos sus producciones culturales"). Más allá de esto, gran parte de la población argentina es originaria y, aun más, gran parte de la identidad de nuestro país es herencia de los pueblos que habitaron acá (¿o se pensaban que el mate lo trajeron los españoles?). Por lo que hablar de "conmemoración", en vez de "festejo", es una forma de demostrar respeto a todas las culturas que habitan el suelo argentino.
  • Raza: Biológicamente, no se puede hablar de distintas razas en el ser humano ya que las diferencias genéticas entre las personas son mínimas y no alcanzan para hablar de distintas razas. El concepto surge, entonces, como un método de separación de derechos para las personas originadas en su color de piel (sistema de castas de la América colonial, pero también segregación racial en Estados Unidos o el Apartheid en Sudáfrica). La utilización de diferencias físicas para discriminar se llama "racismo" porque, justamente, se hace énfasis en la idea de que existen diferentes razas y, además, hay razas superiores a otras. Por eso, tal como estaba planteado este día, sí era un festejo racista. Como para agregar, en las ciencias sociales ya no hablamos de "razas" sino que hablamos de "etnias", concepto que incluye cuestiones culturales, un cambio de nombre para nada menor.
  • "Simios drogados kirchneristas": Hay muchas formas de agarrar este concepto, desde sus concepciones clasistas, racistas, etc. pero voy a tomar la idea que, creo, quiso darle Espert, al referirse a estas personas como faltos de inteligencia. Lo peligroso acá es que lo hace a través de una generalización del kirchnerismo en donde, según su redacción, parecería que todo K es un "simio drogado". El problema en este caso sería el creer que hay ideas correctas e incorrectas, un poco lo que plantean los economistas liberales respecto de las teorías económicas, donde su teoría la consideran correcta y las demás son producto de gente "burra" y que no sabe de economía (miren el discurso de Milei por ejemplo). Esto es un fracaso como político ya que, como tal, debe representar a toda la población, no solo a los que lo votaron, por lo que está diciéndole, a sus propios empleadores, que son "simios drogados".
  • "Engendro lingüístico": Acá podemos hacer un paralelismo con el lenguaje inclusivo, del cual Espert ya dijo que está en contra de que se hable (lo cual contradice su herencia liberal ya que no debería importarle de qué manera habla cada persona). Esto se relaciona con el primer concepto del que hablé, sobre lo normal. Al hablar de "engendros" se establece la existencia de una forma correcta del lenguaje que, por adivinanza, podríamos decir que se refiere a lo dictado por la RAE. Entonces, nuevamente, habla de algo estático, inmóvil, que no se puede cambiar, algo que lo define, justamente, como alguien de derecha, alguien tratando de mantener el status quo, en este caso en cuanto a lo lingüístico.

Todo esto no es algo personal contra Espert como político o economista, ya que creo que en esto no corta ni pincha (su verdadera influencia es la generación de discursos hegemónicos, mucho más peligroso), ni tampoco es nada contra la derecha, no es malo ser de derecha, pero es importante que los políticos definan desde que punto de vista nos están hablando. La idea de esto es derribar algunas barreras comunicacionales que se establecen desde los medios de comunicación (del cual Espert es uno de sus referentes), barreras que las ciencias tiraron abajo hace mucho tiempo. Es una etapa más en la democratización de la información. 


27/03/2019

Progresismo y seguridad no deben ir separados

Las teorías progresistas suelen escaparle al tema dejándole lugar a las opiniones que defienden la "mano dura".

Ranking de inseguridad (Fuente: CNN Latinoamérica)
Ranking de inseguridad (Fuente: CNN Latinoamérica)

"Defienden a los chorros", "los delincuentes tienen más privilegios que las víctimas", "los Derechos Humanos son solo para unos pocos". 

Una de las regiones más desiguales del planeta (Fuente: CNN Latinoamérica)
Una de las regiones más desiguales del planeta (Fuente: CNN Latinoamérica)

La clase política progresista no suele hablar de inseguridad, o si lo hace es relacionada a otros temas, perdiéndose el eje principal del asunto. Las personas tienen miedo al salir a la calle, no solo por ser robados sino por el riesgo de que el robo, por más que no exista resistencia, suponga violencia física o hasta incluso la muerte. ¿Alguno conoce una persona que nunca haya sufrido un hecho delictivo? No me gusta hablar en primera persona pero a mí me robaron tres veces, y en una recibí un golpe en el ojo.

Primero entendamos el problema

Tasa de homicidios (Fuente: CNN Latinoamérica)
Tasa de homicidios (Fuente: CNN Latinoamérica)

Uno de los autores más importantes que habla de inseguridad desde una mirada progresista es el economista argentino Bernardo Kliksberg. Para los que no lo conozcan es doctor en Ciencias Económicas y Administración, además de licenciado en Sociología. Fue asesor para la ONU, UNICEF, UNESCO, PNUD, OMS entre otros además de haber asesorado varios países a lo largo de su trayectoria. Sus papeles están en orden.

América Latina es la región donde más homicidios se cometen. Algunas de las causas son "la fractura del tejido social", la baja escolaridad, la falta de trabajo y las deficiencias de los sistemas judiciales y policiales. "Ehhhh, estás diciendo que los pobres son todos chorros". No, lo que se dice es que si agarrás a un individuo de la sociedad, le quitás el trabajo, le quitás la educación, lo marginás, lo ponés en un entorno de violencia y droga y sin ninguna vía de escape, es probable que esa persona (también es probable que no) se convierta en delincuente, o por lo menos tiene más probabilidades que alguien que tiene todos esos recursos.

¿Qué hacemos entonces? "Hay que matarlos a todos, vos matás a uno y al toque los demás no roban más". Bueno, esta frase, si bien es ridícula desde los datos, tiene algo de verdad. El uso de violencia, o la amenaza de poder usarla (poner a alguien en la cárcel es un acto violento) es un elemento disuasivo que puede funcionar para prevenir delitos (dije violento, no malo, la violencia no es necesariamente mala). Pero esto de ninguna manera termina con la delincuencia.

Volviendo a la frase anterior, la "mano dura", es decir la tolerancia cero, baja de la edad de imputabilidad y subir las penas incluso para los delitos más leves, fue probado en muchas partes del mundo con resultados negativos. Tres países con mucha criminalidad, El Salvador, Honduras y Guatemala probaron con esto y detuvieron mucha más gente. ¿Y los homicidios? Siguieron subiendo a pesar de todo.

Pero apliquémoslo una vez más. Llevémoslo al extremo. Agarremos a todos los delincuentes y matémoslos a todos, listo, la Argentina ya no tiene delincuentes. ¿Se terminó la inseguridad? Recuerden las causas, falta de trabajo, de educación, marginalidad, todo eso sigue existiendo. Si yo hoy matara a todos los delincuentes, mañana van a surgir nuevos delincuentes, sigo sin solucionar el problema.

"Acá hay que poner más policía, esa es la solución". ¿La policía da trabajo? ¿La policía da educación? Supongamos una policía profesional e intachable, seguimos sin atacar la causa del problema. "Vos sos anti-policía, por eso". No, no lo soy, y si me roban voy a llamar a la policía para que me asista, pero lo único que podrá hacer es frenar a un delincuente, no a la delincuencia, y no tiene que ver con su falta de voluntad sino porque su rol no es eliminar la delincuencia sino que busca combatir a delincuentes, no es lo mismo.

¿Qué hacemos entonces?

Poner cámaras, profesionalizar las fuerzas de seguridad y darle los elementos necesarios, aplicar penas efectivas a los delincuentes, decomisar drogas y reventar bunkers y que se acabe la impunidad son medidas necesarias que deben seguir implementándose pero entendiendo que esto no resuelve el delito, lo puede disminuir, sí, pero no lo va a solucionar. El delincuente seguirá siendo delincuente, por más que no tenga posibilidades de salir a robar.

Hay que atacar las causas. Vayamos por partes. Trabajar en sistemas educativos eficientes, con los recursos necesarios, un sistema de salud adecuado, el fomento de clubes de barrios y sociedades de fomento, entre otras cosas, sirve para romper un círculo vicioso donde tenemos abuelo delincuente, padre delincuente e hijo que podrá ser delincuente, porque fue criado así, con una idea errónea de lo que es el bien y el mal. Con esto se rompe la cadena dándole al pequeño espacios que lo mantengan fuera de "las calles".

"Pero si sale a robar se tiene que ir a la cárcel, el que las hace las paga". La baja de edad de imputabilidad impide romper este esquema y deja al niño encasillado dentro del sector de la delincuencia, haciendo mucho más difícil su recuperación. "Ah, entonces vos querés la puerta giratoria, que entren y salgan". No, tampoco, la "puerta giratoria" lo único que hace es esconder el problema bajo la alfombra sin ocuparse de él. Mandar al chico a la casa no es pensar en él, es no querer trabajar el problema. Hay que quitarlo del circuito delictivo, no profesionalizarlo al ponerlo en una cárcel.

"Bueno a los chicos no, pero sí tenemos que echar a todos los extranjeros". En realidad la proporción de delincuentes que delinquen es la misma que la de argentinos, no hay grandes variaciones. Una minoría de la población es extranjera así como una minoría de delincuentes son de otros países. Estamos sobredimensionando un problema que no es tal. En todo caso, quien delinque lo hace no por ser extranjero sino por otras causas. Plantear la deportación es creer que la causa es que sea extranjero, seguimos sin resolver el problema, seguimos actuando sobre las causas.

"O sea que los chicos no van a la cárcel, los extranjeros no van a ir a la cárcel, ¿no vamos a mandar a nadie?" No digo eso, claro que las penas deben ser proporcionales al delito cometido y de cumplimiento efectivo, pero hay que analizar el estado de las cárceles también. "Ahí está, ahí saltó el defensor de chorros, encima que tienen luz y agua gratis quieren darle más derechos, ¿por qué no hablás de las víctimas?" Ahora vamos con las víctimas, pero primero expliquemos la situación de las cárceles.

El artículo 18 de nuestra Constitución dice que las cárceles serán "sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos". Uno de los problemas es la reincidencia, es decir aquel delincuente que, luego de su castigo, vuelve a delinquir. Las personas, cuando están en la cárcel, van a salir o porque un juez le da salidas extraordinarias o porque, simplemente, terminó su condena. Pero que quede claro, las personas, en algún momento salen de la cárcel. ¿Cómo querés que salgan?

"Es fácil, si los re cagás a palos vas a querer como después no quieren volver nunca más ahí". Supongamos que tenés un perro, lo encadenás y le pegás con un palo, ¿qué va a pasar cada vez que vengas con el palo? "Y, supongo que me va a gruñir". Y si lo soltás, ¿qué va a pasar cuando lo quieras volver a atar? "Calculo que me va a morder". ¿Y por qué pensás que con un ser humano va a ser distinto? A través de los golpes solo lo volvés más violento y harás que esa persona, con tal de no volver a la cárcel, arriesgue su vida, tiroteándose incluso con la policía. ¿No eras vos el que defendías a los policías?

De cualquier forma, queda claro que es fundamental lo que pase en la cárcel para evitar que un delincuente vuelva a cometer un delito. Una propuesta debe ser lograr que trabajen o puedan estudiar, está probado que eso disminuye fuertemente la reincidencia, esa persona que creía que estaba bien robar, aprende que lo que está bien no es eso sino trabajar o estudiar. "Todo muy lindo pero la víctima de un asesinato no puede trabajar o estudiar". Bueno, está bien, hablemos de la víctima.

Necesitamos un sistema donde no solo se repare el daño sino que quien lo haga sea el delincuente, que él entienda que lo que hizo está mal. Por eso, los trabajos remunerados en la cárcel... "ahhh no, la que me faltaba. A mí me cuesta una barbaridad conseguir laburo y con mis impuestos tengo que pagarle a un delincuente. Para eso robo, me voy a la cárcel y tengo laburo y luz y agua gratis". Esperá, no te vayas, dejame explicar bien eso.

El salario no lo paga el Estado, quien contrata es una empresa privada por ende ellos pagan el salario, no sale de nuestros impuestos. "Es lo de menos eso, siguen ganando más que un jubilado". Así es, porque el Salario Mínimo Vital y Móvil es más alto que la jubilación mínima, porque el castigo a un delincuente es perder la libertad, no sus derechos laborales, sino sería esclavitud. Pero más allá de eso el delincuente no cobra nada. "¿Cómo que no?" No, ahí te explico.

Parte del salario va a la víctima como forma de reparar el daño. Otra parte va a la familia del reo que, en muchos casos, se quedan sin sostén económico. Y otra parte va a un fondo que se le da al preso recién cuando sale de la cárcel. "¿Y eso por qué?" Vi que tenías un kiosquito vos, ¿contratarías a alguien que recién sale de la cárcel? "Ni en pedo". Bueno, como vos piensa mucha gente, por lo que no se le va a hacer fácil conseguir empleo. ¿No era la falta de trabajo una causa de delincuencia? Acordate, no queremos que reincida.

Pero cerremos con la víctima como vos querías. Necesitamos un sistema judicial que lo haga parte del proceso, que la víctima vea que los crímenes tienen consecuencia y que, en la medida de lo posible, el daño sea reparado. No se trata de quien tiene más derechos sino de que el Estado no viole los derechos de nadie, ni de la víctima ni del delincuente.

"Pasa que ustedes son todos garantistas, quieren a todos los chorros en la calle, entonces esto es impracticable". Ese es un tema distinto. El garantismo es que se respeten los derechos constitucionales en el proceso. ¿Vos querés que un delincuente esté preso durante todo el proceso, por más que este dure años? "Y si, antes en la cárcel que libre por ahí". ¿Y si se comprueba que era un inocente? "Un daño colateral, la minoría van a ser inocentes". Si entra un ladrón a tu casa, ¿qué harías? "Lo reviento a tiros". Entonces, según tu lógica, deberíamos ponerte en la cárcel. "¿Por qué? Si yo me estoy defendiendo". Eso como juez yo no lo sé, asique voy a investigar, capaz me tardo un par de años pero por las dudas, para proteger al resto de la sociedad, te voy a dejar en la cárcel. "¡Pero eso no es justo!" Ya sé, pero vos dijiste que nos manejemos así.

"Bueno pará, ya me perdí, ¿qué hacemos entonces?" No descuidemos todas las políticas que atacan a los delitos, como las cámaras o más policías y penas efectivas, pero no creamos que eso vaya a solucionar los problemas. Debemos actuar en cuestiones sociales, más educación y trabajo, sociedades de fomento y lugares de esparcimiento y cárceles que sirvan para la reinserción de las personas y no para su castigo. No es casual que cuanto más igualitaria sea una sociedad, más segura sea. Te dije que nosotros estamos en la región más insegura del planeta, te agrego que, además, somos la región más desigual del planeta.


20/10/2018

Bolsonaro, Macri y la reconfiguración del progresismo

La victoria del ultraderechista en Brasil siembra dudas sobre el futuro del progresismo a nivel regional

Macri (izq) y Bolsonaro (der), presidentes de Argentina y Brasil respectivamente (Perfil)
Macri (izq) y Bolsonaro (der), presidentes de Argentina y Brasil respectivamente (Perfil)

El triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil patea el tablero político latinoamericano que en alguna oportunidad estuvo hegemonizado por el progresismo. El ascenso de la ultra derecha al poder empieza a plantear la duda de qué pasó con los gobiernos populares que habían conseguido importantes avances sociales.

¿Avanza la derecha en América?

Lo primero que debemos analizar es si la región está realizando un giro hacia la izquierda. Con Mauricio Macri reemplazando al kirchnerismo y Jair Bolsonaro al PT, además del nuevo reemplazo de Michelle Bachelet por Sebastián Piñera en Chile, parecería que sucede algo parecido.

Sin embargo debemos destacar el movimiento de México hacia la izquierda con Andrés Manuel López Obrador, el mantenimiento en el poder de Evo Moralesen Bolivia, del Frente Amplio en Uruguay y de Nicolás Maduro en Venezuela, la elección de Lenin Moreno en Ecuador que, al momento de ser electo, representaba al ex presidente Rafael Correa, mientras que Colombia, Perú y Paraguay, por nombrar algunos ejemplos, mantienen desde hace tiempo sus gobiernos más cercanos a la derecha. Como lo de Chile no es algo novedoso sino que ambos candidatos se vienen sucediendo desde 2006, este texto se centrará en los procesos de Argentina y Brasil tomando como punto de partida un análisis progresista de la situación.

¿Qué llevó al kirchnerismo a perder el poder frente a alguien que hablaba de bajar el "costo laboral" antes de candidatearse a las elecciones en un país donde la mayoría de su población es de clase trabajadora y hay una alta tasa de sindicalización? ¿Qué hizo que un candidato racista, homofóbico y misógino logre un 46% de votos en primera vuelta en un país con una población de 51% de mujeres y más de la mitad de la población de negros? Respuesta rápida desde los sectores progresistas: "los medios de comunicación le lavaron la cabeza a las personas que votaron en contra de sus intereses".

Si y no, pero esto merece un análisis más elaborado. Empecemos primero por ver qué provocó la caída de estos modelos y después analicemos cómo influyeron los medios.

Problemas económicos

En general, los progresismos vinieron acompañados con crecimientos económicos que permitieron la salida de la pobreza de millones de personas, valiéndoles de un apoyo popular muy importante. En 2010 Dilma Rousseffreemplazó a Lula da Silva con un 46% en primera vuelta y un 56% en segunda, mientras que un año después Cristina Fernández de Kirchner fue reelecta con un 54% a más de 37 puntos porcentuales de diferencia con el segundo.

Pero toda luna de miel tiene su final.

La buena economía tapa todos los problemas, pero cuando el dinero empieza a escasear, aparecen los problemas ocultos bajo la alfombra. En ambos países hubo un estancamiento económico que en Brasil, por ejemplo, llevaron al gobierno a realizar medidas de ajuste mientras que en Argentina se destruyó la estadística pública impidiendo saber la inflación o la pobreza.

Cuando suben los gastos y aparece el déficit suenan los discursos liberales con fuerza. Si bien están permanentemente en los medios, su aceptación en la sociedad empieza a materializarse haciendo que los modelos progresistas se consideren acabados.

La imposibilidad de salir de estos estancamientos permitió que el otro discurso penetrara fuerte y que la población, en su mayoría, se volcara por un cambio del rumbo económico. Aquí perdieron el debate ideológico.

Ya no alcanza el "roba pero hace"

Algunas cuestiones, producto del advenimiento de los partidos catch-all - partidos profesionales dedicados a la obtención de votos más que a la imposición de intereses ideológicos - superaron la típica dicotomía entre izquierda y derecha. Los más importantes podríamos decir que son la corrupción y la inseguridad, problemas que afectan a gobiernos de todo tipo.

El progresismo perdió la batalla contra la corrupción. Más allá de las múltiples causas judiciales, durante el kirchnerismo se vaciaron varios organismos de control. La Defensoría del Pueblo quedó vacante, la Oficina Anticorrupción no funcionaba, la Sindicatura General de la Nación era completamente dependiente del Poder Ejecutivo por su origen, entre otros organismos.

En Brasil el Lava Jato arrasó todo el sistema político brasilero. Casi todos los partidos políticos tenían algún miembro involucrado. La causa llegó, incluso, al líder del PT, Lula da Silva, y a la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff. Los políticos que van a reemplazar estos modelos, Macri y Bolsonaro, van a ser los contrapesos a este poder y la esperanza de un país sin corrupción.

La "sensación" de inseguridad

La desigualdad, la marginalidad y el estancamiento económico producen inseguridad. Cuando el sistema está atestado de corrupción, los organismos de control contribuyen a fomentar la delincuencia más que a atenuarla. Tanto en Argentina como en Brasil sucede esto, aunque en Brasil, uno de los países más desiguales del mundo, esto se da de una forma extrema. Mientras en Argentina, en 2015, se produjeron 6,6 homicidios cada 100 mil habitantes, en Brasil este número ascendía a 25,7.

Ante la dificultad de los gobiernos para resolver estos problemas, fueron apareciendo varios espacios desde la derecha que ponían la inseguridad en el centro de la escena y preocupándose, principalmente, por aumentar el presupuesto destinado a medidas represivas, mal llamadas de prevención. Esto significaba aumento del presupuesto para la policía, por ejemplo equipamiento, el aumento de las fuerzas policiales y patrulleros, instalación de cámaras y reformas penales para establecer castigos más duros.

Algunas medidas se aplicaron dentro de los gobiernos progresistas, por ejemplo el entonces gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, al declarar la emergencia en seguridad, pero no tuvieron los efectos esperados. La derecha entonces hegemonizó las alternativas a la inseguridad mientras que la izquierda decidió dedicarse a otras cuestiones como la pobreza, el desempleo o la desigualdad tomando a la inseguridad desde un aspecto social más que represivo.

En Brasil la violencia es tan fuerte que el Estado perdió el monopolio de la violencia legítima en muchos territorios por parte de grupos narcos que controlan varias favelas. El discurso progresista de penas que sirvieran para reinserción más que de castigo, de que se respeten los derechos de los presos y los procesos correctos, solo lograron enojar a una gran parte de la población que había vivido directa o indirectamente un hecho de inseguridad y más que justicia buscaba venganza. Esta venganza el progresismo no estaba dispuesto a dársela, pero había un sector que sí lo estaba.

El rol de los medios y la falta de representación

Algo importante a tener en cuenta es que los regímenes populistas son muy personalistas y cuando la figura principal es corrida a un segundo plano existen dificultades para volver a construir poder. Tal es el caso de Cristina Fernándezquien tuvo que presentarse a la reelección en 2011 por la muerte de su marido, Néstor Kirchner, en 2010, impidiéndole ir por una tercera reelección en 2015. Con Lula da Silva pasó algo similar, si bien podía presentarse, el Poder Judicial dictó que debía estar preso impidiéndole presentarse a cargos públicos. Fueron reemplazados por Daniel Scioli y Fernando Haddad, respectivamente.

Dicho esto, es bueno aclarar que los medios no jugaron un papel pasivo sino que agravaron los problemas que tenían los gobiernos progresistas. En economía es claro ya que ambos gobiernos respondían a un modelo de gobierno no liberal, sino más bien proteccionista. Los medios impusieron la famosa frase "una casa no puede gastar más de lo que tiene", poniendo el énfasis en el equilibrio en las cuentas fiscales. La única solución frente a un desequilibrio, única según estos medios, es "ajustarse el cinturón", por lo que los gobiernos que buscan expandir sus economías a través de un aumento del gasto son criticados constantemente. Plantean como única alternativa el ajuste y aquellos candidatos que se preocupan por esa situación son los que quedan en primera plana de todos los medios. Transformar esa exposición en votos es cosa de ellos, pero ciertamente lo tienen más fácil que otros partidos.

El otro punto tiene que ver con la corrupción a la cual los sectores progresistas no supieron confrontar. A los numerosos casos de corrupción que llegaban hasta los funcionarios más altos - el Lava Jato en Brasil o las causas del vicepresidente argentino, Amado Boudou - los gobiernos progresistas respondieron con "eso es mentira, es una operación". Al principio puede funcionar, pero ante un constante ataque de los medios se llega un punto en que la falta de respuesta y la aparición de nuevos casos termina cansando a la opinión pública. Con ayuda del progresismo, los medios lograron encapsular a la corrupción como algo exclusivo de las izquierdas. Tanto Macri como Bolsonaro, que se presentan como "outsiders" de la política a pesar de tener varios años en ella, figuran como la representación de la transparencia y el combate contra la corrupción instalada. Los problemas legales de estos candidatos, como el procesamiento de Macri al momento de asumir o el crecimiento patrimonial de Bolsonaro y sus hijos, parecen no importarle ni a los medios ni a la opinión pública. La corrupción, según la opinión pública, solo se encuentra de un lado de la grieta, por lo que vota a la otra.

Finalmente, respecto a la inseguridad, Brasil y Argentina son muy disímiles. El primero es uno de los países más desiguales y violentos del mundo, con fuerte presencia de narcotraficantes. En muchas favelas el Estado no puede entrar, algunas son controladas por grupos narcos y otras por organizaciones armadas que brindan la seguridad que el gobierno no puede dar. En este contexto tan violento la opinión pública busca una solución rápida y extrema. Mano dura, tortura, pena de muerte, lo que sea con tal de eliminar la delincuencia (y a los delincuentes). El progresismo busca una respuesta distinta a la inseguridad, mientras que medios y opinión pública quieren la mayor fuerza posible del Estado. Bolsonaro, defensor de la tortura, expresa esta visión.

En Argentina, si bien existe inseguridad, es uno de los países más seguros de Latinoamérica. Sin embargo se creó una sensación de violencia extrema en donde los casos de inseguridad aparecían todo el tiempo en la primera plana de los medios. Ante la incapacidad del kirchnerismo de solucionar este problema, que a pesar de los discursos sí existe, sumado a casos de delincuentes que salían antes de que terminara su condena y reincidían, hicieron que fueran ganando lugar discursos más cercanos a la mano dura y a las penas más estrictas, aunque no fueran tan extremos como en Brasil. Incluso la pena de muerte es algo que aún se discute y se defiende, ya sea desde los medios o desde casos de linchamientos a delincuentes que algunas veces termina con su muerte. La defensa de Mauricio Macri al policía Luis Chocobar, alguien que está siendo investigado ya que mató a un delincuente que huía por la espalda, es una expresión de esta visión. Incluso el caso del carnicero Daniel Oyarzún, quien persiguió con el auto a unos ladrones varias cuadras hasta que los atropelló y mató a uno de ellos, siendo declarado inocente en el juicio y festejado por gran parte de la opinión pública.

¿El progresismo está acabado?

El avance de la derecha no es generalizado pero pisa fuerte en algunos de los países más importantes de la región. Históricamente, los medios masivos y hegemónicos se vinculan con discursos de derecha y liberales, lo que los lleva a un enfrentamiento constante con movimientos populares. Sin embargo, lo que el progresismo no pudo ver es que le dio las armas necesarias a su rival para que los combatan. Si va a existir una vuelta al poder de un gobierno populista progresista, es necesaria una autocrítica para comprender qué errores cometieron y corregirlos.


18/01/2018

¿Somos los latinoamericanos los más corruptos? 

Un repaso por la situación actual de la corrupción en Latinoamérica y cómo combatirla

Ranking de la corrupción en toda América
Ranking de la corrupción en toda América

Con frecuencia solemos compararnos con los países más avanzados presentándolos como una situación idílica, pero luego vemos los nuestros y nos deprimimos por lo lejos que estamos de ser como ellos. La corrupción no es un tema menor.

En Argentina hablamos de "viveza criolla", nos consideramos ventajosos, aprovechadores, "vivos", en resumen, más corruptos. Esa percepción es generalizada en casi toda Latinoamérica. ¿Pero realmente hay más corrupción en nuestros países? ¿Esa mayor corrupción se debe a que nosotros somos más corruptos?

Posiciones en el ranking

Primero vamos con algunos datos de Transparencia Internacional para evaluar en qué situación está nuestro continente.

En su Índice de Percepción de la Corrupción elaborado todos los años, los países latinoamericanos tienen puestos muy lejanos al top ten de transparencia. Claramente hay dos países que punteros y que hacen bien su trabajo. Tanto Uruguay (21) como Chile (24) durante los últimos tres años por lo menos se mantuvieron entre los 25 países más transparentes del mundo, algo que difiere respecto del resto de América Latina.

Los otros países se encuentran mucho más lejos. Brasil (79), Colombia (90) y Argentina (95), este último habiendo subido 12 puestos respecto del año anterior, son algunos de los países que aparecen dentro del top 100 pero muy lejos de la punta, y esta situación se mantiene así por lo menos desde hace 3 años, salvo para el caso Argentino que se ubicaba en el puesto 107.

Obviando los países centroamericanos por una cuestión de procedimiento, que tienen puestos muy variados, el resto de Sudamérica se hunde pasando más allá del puesto 100. Perú (101), Bolivia (113) y México (123) cayeron hasta estos puestos cuando el año pasado estaban dentro del top 100. Por otro lado Ecuador (120), Paraguay (123) y Venezuela (166), que ya estaban en malas posiciones, se mantienen muy lejos de los primeros puestos.

En un contexto donde explotó el asunto del Lava Jato y las filtraciones de paraísos fiscales (Panamá Papers y Paradise Papers) se hace necesario volver a debatir sobre una situación crítica de nuestro continente que, viendo la tendencia de los últimos tres años, muy lejos está de poder revertirse.

Solo resta preguntarnos si las malas calificaciones son porque nosotros somos malos alumnos, es decir que los latinos somos corruptos, o que en realidad hay algo más que no estamos viendo.

No es una cuestión natural

Esta idea nos remite al debate contractualista del Estado de naturaleza, en donde el ser humano es bueno/malo por naturaleza, un debate que con el tiempo ya deberíamos considerar superado. ¿El hombre latino es inherentemente corrupto? ¿Somos malos por naturaleza mientras que los europeos son buenos? ¿Son los daneses, primer puesto los últimos tres años, los seres humanos más honestos y buenos del mundo? La respuesta es no, debemos alejarnos de respuestas naturalistas para realizar un análisis institucional y ver qué está fallando en nuestros países que no está pasando en los más transparentes.

Tenemos que analizar por qué por ejemplo, Argentina subió 12 puestos mientras que México bajó 28. La naturaleza humana, si existiese, es algo constante, pero los rankings van variando año tras año tras las políticas que se van aplicando. Finalmente, si la respuesta fuera naturalista, nada podría hacerse porque no se puede cambiar la esencia de lo humano y tal realidad debe ser inaceptable para cualquier politólogo y analista político.

En los países más transparentes, la diferencia es el costo y la dificultad que se tiene para realizar actos corruptos.

Las experiencias de gobierno abierto hacen que robar sea mucho más difícil y si además hay instituciones que puedan detectar los casos y castigarlos, el nivel de impunidad baja considerablemente. Por ejemplo, los órganos de control y auditoría suelen ser fuertes, con un amplio alcance y recursos suficientes. Para contrastar con Argentina, la Oficina Anticorrupción y la Sindicatura General de la Nación dependen directamente del presidente, no hay Defensor del Pueblo desde que el titular renunció en 2009 y la Procaduría de Investigaciones Administrativas estuvo acéfala desde 2009 hasta 2014.

Algunas buenas prácticas

En Dinamarca, por ejemplo, todos los ministerios están obligados a responder los procesos de auditorías que se crean, lo que a su vez asegura su publicidad de cara a la ciudadanía. Con pocas excepciones, también se puede observar un rol activo del Defensor del Pueblo, encargado de proteger a la ciudadanía de posibles abusos del poder de Estado.

Otro ejemplo positivo es el caso de Letonia, donde los partidos políticos están obligados a realizar reportes anuales e informes de ingresos y gastos durante las campañas, los cuales son auditados y publicados online para que toda la ciudadanía pueda acceder a ellas.

Es fundamental en Latinoamérica tener controles efectivos respecto del financiamiento de partidos políticos para evitar, por ejemplo, la realización de campañas electorales pagadas con dinero del narcotráfico.

Uno de los aspectos más difíciles para controlar tiene que ver con los lobby, es decir grandes grupos de presión que intervienen sobre los legisladores para que éstos realicen determinadas políticas que los favorezcan. Una regulación pobre en este sentido pone en jaque el valor mismo del gobierno representativo, concepto fundamental para la democracia moderna.

En Eslovenia, por ejemplo, existe un registro obligatorio al cual deben anotarse todos los lobbystas con su nombre, dirección, número de identificación fiscal y el registro de sus oficinas. Esta información está abierta para toda la ciudadanía a través de Internet. Los controles implican ver que los lobbystas estén correctamente registrados y que los legisladores solo se reúnan con aquellos que cumplan con las normas.

Relacionado con el punto anterior, se encuentran las famosas "puertas giratorias", donde los funcionarios pasan del sector público al privado y viceversa fácilmente, lo que dificulta que un funcionario represente al interés público en vez de a su interés privado empresarial.

Las cuentas off shore son un ejemplo de esto pero para ejemplos más claros deberían verse los casos argentinos del Ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el Ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, este último ex CEO de Shell, empresa que ganó varias licitaciones durante su gestión.

En Noruega hay un "período de enfriamiento" en donde el funcionario que deja un cargo público debe esperar un determinado tiempo para volver a su actividad privada. Consecuentemente, una oficina especializada se encarga de verificar que se cumpla la norma y castiga a quien no la respete.

Como uno de los últimos ejemplos, el cual es fundamental para cualquier sociedad transparente, debe existir una Ley de Acceso a la Información Pública, como por ejemplo en Eslovaquia donde todos los ciudadanos pueden acceder a la información respectiva a agencias estatales o actores privados y, en caso de que la oficina se niegue a proveerla, el ciudadano puede apelar a una instancia superior.

Pero no solo eso sino que la ley exige que el gobierno publique proactivamente la información a través de Internet respecto de la administración pública. Si bien Latinoamérica ha avanzado en este punto, hay casos, como Bolivia y Venezuela, que no tienen ninguna ley promulgada al respecto, dos países con bajo ranking como se vio anteriormente. Además, Argentina sancionó esta ley recién en 2016 pero en su promulgación, a través de un decreto, se modificó la autoridad de aplicación haciendo que ésta pierda independencia.

Si bien no somos la panacea, tenemos la posibilidad de ir avanzando con pasos concretos en la lucha contra la corrupción. Los casos mencionados son solo unos pocos ejemplos en un universo muy amplio de políticas públicas que pueden llevarse adelante.

No estamos destinados a vivir en estos contextos, podemos cambiar, pero no lo haremos si cada vez que aparece un caso solo nos preocupamos por la coyuntura y no por toda la estructura institucional que sostiene ese sistema viciado. Debemos abrir la mirada y ver todas las variables, entendiendo cuánto afecta la corrupción al corazón mismo de la democracia.


22/08/2017

Boleta Única Electrónica y los mitos en torno a ella

Nuevo debate sobre el sistema electoral que debe adoptar la Argentina ante las constantes denuncias de fraude

Una de las máquinas utilizadas para la BUE
Una de las máquinas utilizadas para la BUE

Nuevamente se está debatiendo en argentina el cambio del sistema electoral y la Boleta Única Electrónica (BUE) surge como alternativa al sistema de boleta múltiple mediante el cual cada partido provee de su propia papeleta.

En este nuevo sistema el votante recibe una boleta en blanco, la introduce en una máquina donde elige sus candidatos y luego se imprime su voto en la boleta en blanco, además de cargarse en un chip que tiene integrado el papel que ayuda al escrutinio. En esta nota se expondrán los principales mitos sobre este sistema.

Esta alternativa se presenta ante los constantes problemas que se presentan en las elecciones como por ejemplo la desaparición de boletas de distintos partidos, el elevado coste de tener que imprimir boletas para todos los partidos, los problemas a la hora de confeccionar las actas finales donde muchos partidos terminan con 0 votos, los problemas a la hora de cargar en el sistema los telegramas generando carga sesgada de los datos y tantos otros.

Este sistema se implementa desde 2009 en la provincia de Salta, obteniendo visibilidad nacional a partir del 2015 cuando el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires empezó a utilizarla. En ambos casos no se registraron grandes problemas ni inconsistencias entre el recuento provisorio y el definitivo.

Es un voto electrónico

No, en la Boleta Única Electrónica hay un papel en blanco que se imprime a través de una máquina y ese papel se introduce en la urna. En el voto electrónico no hay ningún respaldo en papel, se elige la opción en la computadora y la información viaja a través de la red.

Si bien esto puede darse a debate ya que la BUE necesita del uso de la tecnología, es importante diferenciarla de lo que comúnmente se conoce como voto electrónico donde la urna no es tangible. A lo sumo, este sistema es un híbrido entre el voto electrónico y el voto de papel tradicional.

Ya fue implementada en países importantes y fracasó

No, lo que se utilizó en esos casos es el voto electrónico, es decir que no había ningún formato en papel. Ningún país utilizó la Boleta Única Electrónica. Por lo tanto no hay país alguno que sea comparable con este sistema.

Con un software fácil de usar se puede cambiar lo que votamos

El único que toca nuestro voto siempre es el presidente de mesa, los fiscales no pueden tocarlo. Si existiera un software que permitiera hacer esto, sería lo mismo que si alguien agarrara tu boleta y la tirara o la cambiara por otra. Además, el voto no solo se carga en el chip de la boleta sino que también se imprime, por lo que cuando se va a contar se notaría la inconsistencia.

Se viola el secreto del voto

Tampoco, una vez que se imprime solo el elector toca el voto, de modo que no hay forma de que se acerque cualquier dispositivo al chip del papel. Si la hubiera sería lo mismo que cualquier persona se acerque a vos y abra tu sobre antes de meterlo en la urna.

Si se rompe una máquina se frena la votación

Las máquinas funcionan únicamente como impresoras. Si una máquina se rompe fácilmente se puede utilizar otra, lo único que importa es la urna en donde se pone el papel impreso.

Es un sistema proscriptivo para las personas de tercera edad

Si bien se empieza a utilizar tecnología y eso puede generar miedo entre los adultos mayores, la verdad es que es un sistema muy intuitivo y fácil de usar.Además los procesos de implementación tienen capacitaciones en el mismo lugar de la votación e incluso el mismo presidente de mesa puede asistir a la persona, siempre resguardando el secreto del voto.


13/07/2017

PASO: nuevamente en el ojo de la tormenta

Se reaviva el debate sobre el sistema electoral argentino considerado inútil y costoso

Algunos candidatos de las elecciones, casi todas listas únicas
Algunos candidatos de las elecciones, casi todas listas únicas

En esta elección legislativa se reavivó el debate sobre el sistema electoral establecido por el kirchnerismo en el año 2009 que establecía las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (paso) mediante la cual los ciudadanos eligen, a través de primarias, a los candidatos que competirían en las Eleccionesgenerales.

Ejes del debate

Para estas elecciones la mayoría de los partidos resuelven sus internas puertas adentro y presentan lista única, por lo que a esta elección se la conoce más que nada como "gran encuesta electoral".

Uno de los motivos más criticados es el costo económico de la elección, $2.800 millones equivalentes a u$d164 millones.

Otro argumento es su inutilidad por el abuso de la lista única. En la foto adjuntada se puede ver un ejemplo de los partidos presentados y sus candidatos, como se observa prácticamente no hay internas. Un ejemplo es el de la ex presidenta Cristina Kirchner que se separó del Partido Justicialista para no ir a internas con su ex Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, fundando la nueva agrupación Unidad Ciudadana.

La falacia de los argumentos

La moda del ajuste se impuso en la argentina al punto de llegar al costo de las elecciones. Hablar de dinero en estos casos resulta ser una actitud antidemocrática. Podemos debatir qué sistema electoral queremos tener, pero no tiene que ser un punto de discusión eliminar una elección por su alto costo. Esto podría derivar en otros debates como el que quiso imponer la vice presidenta Gabriela Michetti, quien polemizó por las elecciones legislativas de medio término considerándolas nocivas para los planes del gobierno.

Tampoco es cierta la inexistencia de internas. A nivel local hubo varias, donde se pudo remover a varios intendentes del Conurbano bonaerense que estaban hace años en el poder. Pero a nivel nacional también se utilizan, el caso más emblemático es el de la coalición Cambiemos, formada por el PRO, del presidente Mauricio Macri, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y la Unión Cívica Radical, en ese momento comandada por Ernesto Sanz. Los tres se presentaron a las PASO donde Macri resultó vencedor.

Propuesta

Un sistema similar funciona en Estados Unidos, pero allí hay dos partidos claramente establecidos y que perduran con los años, algo que acá no sucede.

En Argentina las principales figuras son las que traccionan los votos, por lo que arman y desarman partidos libremente. Los votos de Cristina Kirchner le pertenecen a ella, por lo que pudo irse del PJ, formar un partido nuevo y aun así liderar las encuestas. En un contexto con partidos políticos tan débiles pero políticos tan fuertes las PASO no terminan funcionando para la democratización de los partidos.

La reforma debe ser profunda. Las PASO no mostraron, en estos pocos años de práctica, ser una herramienta que llevara democracia a los partidos políticos.

El país debe darse un nuevo sistema electoral en varios puntos, priorizando la unificación de sistemas entre los distintos distritos. Hoy existen sistemas de mayoría simple, doble vuelta con el 50% o, a nivel nacional, doble vuelta pero solo con el 45%. También hay prácticas que atentan contra la democracia, como las listas colectoras, que en Tucumán en 2015 llevaron a presentarse a 355 partidos de los cuales muchos coincidían en el candidato a gobernador. También hay sistemas que permiten la reelección, caracterizados por intendentes o gobernadores que pasan varias gestiones en el poder, y otros distritos que no.

Al mismo tiempo se debe avanzar en un modelo de boleta única, sea en formato papel como la provincia de Santa Fe o en formato electrónico como la Capital Federal y Salta. El actual sistema de boleta múltiple no puede seguir existiendo. El robo de boletas es una constante, además del alto costo que supone la impresión de las mismas boletas que puede conllevar a corrupción ya que si bien el Estado paga a los partidos por estas boletas, luego no controla que el partido efectivamente las imprima, pudiéndose quedar con un dinero importante destinado a otra cosa. Esta es la discusión que tenemos que dar, qué sistema electoral vamos a tener a futuro, no cuanto nos costará económicamente.


11/03/2017

Problemas estructurales de la educación argentina

Distribución desigual de la coparticipación y provincias asfixiadas por sus gastos son algunos de los problemas

Cuánto dinero recibe cada provincia por habitante (Fuente: Chequeado)
Cuánto dinero recibe cada provincia por habitante (Fuente: Chequeado)

En la argentina, es una constante el conflicto docente debido a las pobres condiciones de contratación. Los sueldos no son muy elevados y contienen conceptos no remunerativos que generan problemas a futuro. En muchos casos los docentes deben trabajar en varias escuelas, lo que dificulta la articulación del personal dentro de un mismo establecimiento para brindar un aprendizaje integral a los alumnos. El desafío pasa por generar una nueva educación en donde los profesores puedan trabajar en un solo establecimiento y organicen sus contenidos teniendo en cuenta la tarea de sus colegas para, de esta forma, asegurar una trayectoria escolar óptima.

La pelea principal, como casi todos los años, se da en la provincia de Buenos Aires. Durante el gobierno neoliberal de la década de los '90, liderado por Carlos Menem, se descentralizó la educación pasando de la órbita nacional a la provincial para poder reducir el gasto público nacional. Este traspaso de funciones no fue acompañado por los recursos necesarios aumentando el déficit de las provincias. Además la provincia de Buenos Aires, que produce el 36% de riqueza nacional y además tiene el 38,8% de la población argentina, solo recibe un 18% en concepto de coparticipación, aproximadamente $5 mil por habitante mientras el promedio por provincia es de $20 mil.

Esta situación genera un problema estructural muy fuerte que se traduce en una dificultad permanente para pagar los salarios docentes y para actualizarlos según los niveles de la inflación. Desde el 2004 hasta el 2014, los gobernadores kirchneristas Felipe Solá y luego Daniel Scioli sufrieron en total 90 días de paro docente, la mitad de un ciclo lectivo común. El resultado es un gobierno muy limitado a la hora de encarar los problemas de la educación y docentes con condiciones laborales frágiles.

En el medio, miles de chicos que no pueden empezar las clases.

Una provincia que fue noticia durante estos días fue San Luis que presentó un "salariazo" que va entre el 38 y el 60%, dependiendo de la antigüedad, de manera escalonada hasta septiembre. La provincia recibe poco más del 2% de coparticipación total, pero si lo comparamos con su población está recibiendo casi $20 mil pesos por habitante, ubicándose en el puesto 7° de 24 distritos. Otro ejemplo es Tierra del Fuego, la provincia que recibe la mayor coparticipación per cápita, más de $33 mil.

Actualmente tiene uno de los salarios docentes más altos del país, posicionándose en el segundo lugar a nivel nacional.

La lucha por la coparticipación de la provincia de Buenos Aires ya es histórica, no solo por la cantidad de recursos que aporta y lo poco que recibe, sino por ser también una de las regiones con la mayor cantidad de personas con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Hasta no solucionar estos problemas difícilmente se pueda dar una solución al conflicto docente, más teniendo en cuenta que las distintas autoridades no han sabido manejar la situación y dieron prioridades a otros asuntos como, por ejemplo, la inseguridad, cuyos presupuestos superan ampliamente al sector educativo.

Cada vez queda más claro que Argentina debe darse un debate interno sobre la educación pero a nivel nacional, teniendo en cuenta las complejidades de cada provincia para que todos los docentes puedan gozar de condiciones dignas de trabajo. La realidad actual, donde cada provincia se vale por sus propios medios, genera profesionales que siempre estarán muy bien pagos y otros que siempre tendrán problemas.


12/12/2016

Macri y la política económica de Argentina

Balance de la política económica del 2016 y los desafíos de cara al 2017

Acumulado de inflación diferenciando entre el Indec y las consultoras privadas (Fuente: Diario Clarín)
Acumulado de inflación diferenciando entre el Indec y las consultoras privadas (Fuente: Diario Clarín)

Cumplido el primer año de gestión del presidente Mauricio Macri, quien terminó con 12 años de gobiernos kirchneristas, la prioridad fue puesta en resolver los problemas macroeconómicos producidos por, según el oficialismo, "la pesada herencia" dejada por el Frente para la Victoria.

Uno de los temas que más preocupa al macrismo tiene que ver con la inflación. Para el 2015, varias consultoras sostenían que la inflación había disminuido de un 38,5% del 2014 a un 26,7%. El gobierno macrista esperaba que la inflación de 2016 fuera del 25% para todo el año.

Sin embargo, para el mes de septiembre ya se había llegado a un acumulado del 31,8%, estimándose en diciembre, para el resto del año, un 40%. Esto contrasta con la proyección de un 17% de inflación para el año 2017, un resultado que parece muy difícil alcanzar.

Según las recetas ortodoxas de la economía, la inflación debe combatirse disminuyendo el déficit fiscal para, de esta forma, reducir la emisión monetaria, por más que esto produzca un enfriamiento de la economía y una baja del consumo. Sin embargo, como todas las cifras de argentina son discutibles, el PRO sostenía que el déficit fiscal del 2015, último año del kirchnerismo, fue del 7% del PBI mientras que el ex Ministro de Economía, Axel Kicillof, contestó que solo fue del 1,9%.

El número más confiable que podríamos establecer es el déficit de 5,4% del PBI de unos 291.660 millones de pesos, perteneciente al informe del Ministerio de Economía en marzo de este año. En base a esto, el oficialismo estimaba alcanzar, para fin del 2016, un déficit de un 4,8%. Sin embargo, algunos pronósticos aseguran que a fin de año se llegará al 5% y, sumándole los intereses de la deuda, al 7%. Esto se basa en índices interanuales en donde, por ejemplo, en octubre el déficit primario fue un 136% superior al de octubre del año pasado.

En números concretos, el déficit primario en octubre era de 286.023 millones contra los 116.836 millones del 2015. El objetivo del PRO era terminar el año con un déficit de 378.000 millones pero para algunas consultoras, como Prefinex o Estándar & Poor's, el déficit final será de 400.000 millones y en 2017 el número seguirá aumentando, más que nada por la reducción de los ingresos en las Cuentas Nacionales.

Este déficit es intentado cubrir con deuda nacional, para evitar la emisión y así el aumento de la inflación.

El kirchnerismo había dejado el índice de deuda más bajo de la región en comparación con el PBI. Hacia el fin de su mandato representaba el 41% del total del PBI. Sin embargo, el macrismo, en parte por el pago a los Fondos Buitre y en parte para cubrir el déficit, aumentó esta relación hasta el 52%.

La situación se agrava a partir del triunfo de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, cuando la favorita del oficialismo argentino era Hillary Clinton. Este resultado adverso podría suponer el aumento de las tasas de interés, lo que haría que la Argentina, en caso de endeudarse, lo hiciera a un precio mucho más alto que el actual.

El panorama en general del 2016 no fue bueno. Si bien la economía del 2015 no estaba en su mejor momento, las metas propuestas no se cumplieron sino que por el contrario, se dieron resultados totalmente adversos que generan mucha intriga de cómo será el desempeño económico en 2017, con una situación internacional desfavorable y con elecciones legislativas que, de perderlas, pondría en una situación crítica a la coalición Cambiemos.



12/12/2016

Macri y la política social en Argentina

Balance de los principales problemas sociales del primer año de gestión del líder del PRO


Gráfico de la pobreza en proporción a la población total
Gráfico de la pobreza en proporción a la población total

Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales del 2015 terminando con 12 años de kirchnerismo. El líder del PRO, partido de centroderecha, asumió el 10 de diciembre del 2015 y, cumplido un año de su mandato, hay muchas promesas que no lograron cumplirse.

En el debate presidencial previo a las elecciones, primer debate presidencial en la historia de argentina, Macri sostuvo que lucharía por la pobreza cero. El problema es que no hay un panorama claro de la situación social debido a que en 2007 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el cual mide la inflación y determina la población por debajo de la línea de pobreza, fue intervenido por el Poder Ejecutivo y los números de inflación fueron tergiversados, dando resultados muy bajos de pobreza y lejos de lo que indicaban otras consultoras privadas.

Además, el ex Ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció en 2014 que el índice no se mediría más en parte porque era considerada una "medida bastante estigmatizante".

Con el cambio de gobierno se terminó la intervención del Indec y los números, hoy en día, son considerados más confiables por todos los espacios políticos. La última medición del organismo dio un total de 32,2% de pobres y 6,3% de indigentes. Esto serían 14 y 3 millones de personas respectivamente. Estos números son similares a los que brinda la Universidad Católica Argentina (UCA) la cual habla de un 32,6% de pobres cuando el año anterior era de 29%.

Es decir que más allá del blanqueamiento de la cantidad de pobres, según la UCA hay más de un millón de nuevos pobres desde la asunción de Macri al gobierno.

El aumento de desempleo es otro ítem que preocupa al gobierno. Para agosto de este año el número ya había alcanzado el 9,8%, es decir más de un millón de personas. Nuevamente, hay dudas con las mediciones del Indec que hablaban de un 5,9% de desempleo pero es indudable que, más allá del número del año anterior, sí hubo un aumento del desempleo.

Parte de este número se compone de los despidos producidos en el sector público. Para el mes de julio se habían realizado más de 10 mil despidos solo en el Poder Ejecutivo, a los cuales hay que sumarle el Poder Legislativo, las gobernaciones y los municipios. Igualmente, se estimó que la mitad de este número eran "ñoquis", es decir personal que cobraba pero no se presentaba a trabajar o no cumplían ninguna función.

Más allá de esta situación, el número más alto se dio en el sector de la construcción en donde hubo más de 100 mil despidos según Gerardo Martínez, titular de la Unión de Trabajadores de la Construcción (UOCRA).

Esto se explica, en parte, por la situación caótica que se vivió en la transición de gobierno en donde el PRO, al asumir, frenó varias obras que estaban en ejecución con la excusa de investigar supuestas causas de corrupción.

Más allá de la extensión de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a hijos de monotributistas, el gobierno de Macri no estuvo orientado específicamente a la política social sino que, por el contrario, ha tomado la decisión de ordenar la macroeconomía disminuyendo la inflación y el déficit, aunque no se vieron muchos cambios positivos dentro de este primer año.



04/08/2015

El clima antikirchnerista en las redes sociales

Las principales críticas de los antikirchneristas al gobierno argentino

El patrimonio de CFK subió a $64 millones (2014)
El patrimonio de CFK subió a $64 millones (2014)

En las redes sociales abundan fuertes críticas al kirchnerismo, muchas de las cuales sostienen la necesidad del "cambio" en las Elecciones de este domingo. En esta nota se analizan las más nombradas.

Casi todos los críticos del gobierno actual hablan de la corrupción. En 2007 la ex Ministra de Economía, Felisa Miceli, renunció a su cargo cuando se le encontró una bolsa con 100 mil pesos y 37 mil dólares en el baño de su despacho, motivo por el cual fue condenada a 4 años. En 2007 se produjo además el "Caso Antonini Wilson", donde este venezolano ingresó 800 mil dólares sin declarar a Argentina, supuestamente para financiar la campaña presidencial kirchnerista de 2007.

También fue emblemático el caso del 2011 que involucró a Sergio Shocklender y a la Fundación de Madres de Plaza de Mayo por una supuesta desviación de fondos en la construcción de viviendas sociales a cargo de la fundación pero financiadas desde el Estado Nacional.

A pesar de todo esto, el funcionario más comprometido es el vicepresidente Nacional, Amado Boudou, quien parecía ser el reemplazante natural de Cristina Fernández para este año. Entre las varias causas que posee destaca el "Caso Ciccone", por el cual Alejandro Vanderbroele, acusado de ser testaferro de Boudou, supuestamente habría adquirido la empresa Compañía de Valores Sudamericana, la cual se encarga de imprimir papel moneda.

A Boudou se lo acusa de "negociaciones incompatibles con la función pública" y con haber aceptado un soborno del 70% de las acciones de la empresa. Entre otras causas destacan enriquecimiento ilícito, malversación de fondos cuando administró la Anses y el pago de viviendas en el Partido de la Costa que nunca se construyeron.

Otra de las críticas que se le hace al kirchnerismo es la soberbia en el discurso. Por ejemplo puede citarse el discurso dado por la presidente para conmemorar el 25 de mayo, en donde, entre otras cosas, dijo: "hemos construido otra vez la patria".

Fue criticada por hacer más mensiones a su gestión y a la de Néstor Kirchnerque a los próceres de la Revolución de Mayo. Destacó la creación del Centro Cultural Néstor Kirchner en donde, a partir de la polémica por el nombre elegido, la presidenta respondió: "¿Por qué no hacen uno más lindo y más grande y le ponen el nombre que quieren?"

Una crítica llamativa es la que se resume en la frase "viven en una burbuja". Esto encuentra su correlato en la intervención del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en 2007, a través del cual empezaron a tergiversarse los números de la inflación.

El problema con esta intervención es que para medir la indigencia se utiliza la Canasta Básica de Alimentos y para la pobreza se usa la Canasta Básica Total. Al disminuir el índice de inflación se reduce el precio de ambas canastas y por ende la cantidad de personas por debajo de ella. Es por esto que, mientras para el organismo oficial la pobreza está en torno al 4,7% y la indigencia es del 1%, la Central de Trabajadores Argentinos calcula la pobreza en un 25,5% y la indigencia en un 5,5%.

Un tema recurrente para los anti kirchneristas es la inseguridad.

En la provincia de Buenos Aires, gobernada por el precandidato presidencial por el oficialismo, Daniel Scioli, el total de causas abiertas pasaron de 559 mil a 721 mil, un aumento de casi un 30% desde que Scioli asumió la gobernación.

Estas son algunas de las numerosas críticas que hacen aquellos que quieren un cambio. Pero este domingo se verá si esta opinión es mayoritaria o no.


04/08/2015

El clima kirchnerista en las redes sociales

Los principales puntos que los kirchneristas destacan del gobierno argentino.

La imagen positiva de CFK es mayor del 50%
La imagen positiva de CFK es mayor del 50%

A una semana de las Elecciones, el debate principal se da en la dicotomía "continuidad o cambio", resumida en dos posiciones encontradas, el kirchnerismo y el anti-kirchnerismo. Pero en los últimos tiempos la arena política se transforma y se traslada a las redes sociales, en donde se ve fuertemente reflejada esta diferenciación. A continuación las principales cuestiones que los kirchneristas destacan de este gobierno.

Lo más destacado es la posibilidad de jubilarse a quienes no tenían aportes hechos.

Se implementó un sistema en donde quien no tenía los aportes realizados podía tramitar la jubilación y la deuda se le iría descontando de los haberes percibidos. Este beneficio alcanza a más de 3 millones de jubilados, teniendo Argentina la cobertura previsional más amplia de la Región alcanzando el 97%.

Otro punto nombrado tanto como el anterior es la Asignación Universal por Hijo, un seguro social que se le otorga a los hijos de desocupados, trabajadores informales o que ganen menos del salario mínimo, vital y móvil.

Para cobrar este beneficio los hijos deben estar escolarizados y con el calendario de vacunas actualizados, deben ser menores de 18 años y se financia hasta un máximo de cinco hijos. Actualmente, el monto percibido por hijo es de $644. Para el año 2013 la cobertura alcanzaba a 3,5 millones de chicos.

Este proyecto recibió muy fuertes críticas, por ejemplo la del precandidato presidencial por la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, quien aseguró en 2013 que los montos se van "por la canaleta de la droga y el juego", o la del candidato a gobernador de Santa Fe por el PRO, Miguel del Sel, quien aseguró que este proyecto haría que "una piba ignorante se embarace para cobrar una platita".

A pesar de todo esto, la cámara de diputados aprobó de manera unánime la transformación de este decreto en ley que prevé que los montos se actualicen dos veces por año.

Finalmente, se destacan fuertemente las reestatizaciones. En cuanto a las jubilaciones se pasó del sistema de capitalización, en donde el trabajador aportaba a una cuenta que luego se le iría devolviendo cuando se jubilara, por el sistema de reparto actual en donde los trabajadores activos financian los haberes de los jubilados actuales.

Además, estos fondos pasaron a ser administrados por la ANSES, ya no por las AFJP, las cuales algunas fueron fuertemente criticadas por malversación de fondos y por la baja cobertura previsional.

Otro caso es el de Aerolíneas Argentinas, re estatizada en 2008 y gestionada, desde el año siguiente, por Mariano Recalde. Para el 2014 se había duplicado la cantidad de vuelos, se incrementó un 80% la cantidad de usuarios y un 70% los ingresos. Por otro lado, el déficit de 942 millones anuales del 2008 se redujo a 250 millones en 2013.

La compañía eDreams ubicó a Aerolíneas Argentinas en el puesto 25 de las mejores empresas aerocomerciales del mundo, subiendo desde el puesto 95 en el que estaba en 2013.

Finalmente, YPF fue reestatizada en 2012 por los problemas de abastecimiento de petróleo debido a la baja inversión que hacía la empresa española Repsol. Desde que es estatal la empresa cuadruplicó los pozos de exploración. La cantidad de pozos de perforación aumentó un 33% en el primer año. Además, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, fue galardonado como "CEO del año", otorgado por Latin Grade.

Estas son solo algunas de las cuestiones que quienes se denominan kirchneristas defienden. Pero este domingo se verá si esta posición es mayoritaria.


28/07/2015

Polémica por el aumento del salario mínimo y el bajo haber jubilatorio

Se reaviva en Argentina el debate sobre cuánto deben cobrar presos y jubilados

Presos trabajando en un taller
Presos trabajando en un taller

Con el anuncio del aumento del salario mínimo, vital y móvil a $6.060 mensuales a partir de enero próximo, se reavivó la polémica que asegura que un preso cobra más que un jubilado, quien percibe un haber mínimo de $3.821. Este mismo argumento es utilizado por medios opositores como una crítica al gobierno nacional, la cual es reproducida rápidamente en las redes sociales, pero en realidad hay muchas cosas que los medios no indican.

El sistema carcelario argentino está regido por la Ley 24.660, la cual fue promulgada en el año 1996 durante el mandato de Carlos Menem, por lo que no es una política kirchnerista sino que es el Poder Judicial quien se hace cargo de cumplir esta ley.

En la misma se sostiene que, como método de reinserción en la sociedad, el preso puede ser empleado por diversas empresas privadas quienes le pagarán el salario mínimo como remuneración.

Este salario no es percibido por el preso directamente. Después de realizar los aportes correspondientes, el sueldo neto es dividido en donde un 10% se destina a reparar los daños ocasionados a la víctima, un 25% a solventar los gastos del preso en las instalaciones, un 35% para la provisión de alimentos y el 30% es destinado a un fondo que el preso recibirá solamente después de cumplir su condena.

Como excepción, si la conducta del interno es buena, podrá disponer de un 30% de su salario para la compra de artículos de consumo, previa autorización de la autoridad carcelaria.

Al cometer un delito, una persona es privada de su libertad, pero esto no significa que pierda sus otros derechos pues esto supondría un castigo excesivo en una actitud que tendría que ver más con la venganza que con la justicia. Esto significa que por más que la persona esté presa aun posee sus derechos laborales, básicamente tiene el derecho de trabajar y de percibir un salario por sus esfuerzos.

Esto, además, funciona como un método de reinserción social. En 1997, un estudio realizado por Saylor y Gaes demostró que el trabajo en las cárceles disminuía la reincidencia en un 24%.

El caso de los jubilados es más complicado. Actualmente la Argentina tiene una cobertura del sistema previsional casi total, un 94% para el año pasado, cuando en 2005 esta era de la mitad. La ampliación de este número se hizo a través del régimen de moratoria por el cual se le permitió jubilarse a personas que no tenían los 30 años de aportes necesarios, ya sea porque eran amas de casa, trabajaban en negro u otros motivos.

Los aportes adeudados son descontados en cuotas sobre los haberes percibidos.

Si bien los presos pueden ser contratados por el Estado, en su mayoría trabajan para el sector privado, mientras que los haberes jubilatorios son pagados por el Estado Nacional a través de la Anses, aproximadamente 6 millones de jubilados. Además, los mismos presos financian las jubilaciones actuales al pagar aportes jubilatorios. En el sistema previsional argentino todos los trabajadores aportan para los actuales jubilados, y percibirán una jubilación pagada por los futuros trabajadores, a diferencia del régimen de capitalización en donde un trabajador aportaba a un fondo individual que se le devolvía en forma de haberes cuando se jubilaba.

En resumen, esto no solo no es una política kirchnerista sino que un preso percibe un salario, es decir que trabaja para ganarse ese dinero y no cobra un subsidio simplemente por estar preso. El 25% de los presos argentinos no acceden a este beneficio y, por ende, no perciben ningún salario.

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